
Edwin Vásquez, Juan Giha, Francisco Boza y el equipo peruano de vóleibol en Seúl 88 inscribieron sus nombres en la historia del deporte nacional y en la memoria de todos los peruanos, al subir al podio olímpico.
Seúl 88 tiene un significado, una sensación especial para los peruanos que vivimos en esas Olimpiadas uno de los momentos más adrenalínicos para el deporte nacional, cuando el equipo de vóleibol femenino se batió punto a punto con las rusas en búsqueda de la preciada presea dorada.
Sin embargo, en el quinto set, el nerviosismo les jugó una mala pasada, y las muchachas, bajo la conducción de Man BoK Park, quedaron muy cerca de la cúspide.
Cecilia Tait, Gabriela Pérez del Solar, Natalia Málaga, Dense Fajardo, Rosa García, Alejandra Guerra, subieron al podio con lágrimas por lo cerca que estuvieron del máximo honor, pero pronto, su tristeza fue sustituida por la gran alegría que significó su llegada al suelo patrio, al ser recibidas en el Estadio Nacional con un masivo abrazo del pueblo peruano.
He podido recuperar aquellas imágenes con el audio original en la voz de Humberto Martínez Morosini para evocar aquel momento histórico del deporte peruano.
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