martes, 22 de abril de 2008

El gran POCHO ROSPIGLIOSI


Acabo de ver un gran partido de fútbol entre el Liverpool y el Chelsea, como siempre que voy con un equipo y lo veo por Antena 3, mi favorito recibe un gol en el último minuto de juego (empiezo a creer en el "gafe" de Matías Prats), eso le ocurrió hace unos días al Getafe y esta noche al "Spanish" Liverpool.Esto me recordó cuando Rulito Pinasco llevaba el "sanbenito" de ser gafe cuando retransmitía los partidos de la selección peruana.
Un recuerdo me llevó a otro, y rememoré las tardes de mi infancia y adolescencia cuando sintonizaba a las 7 de la tarde el programa "Ovación" de Radio El Sol "Un Perú en sintonía" para escuchar los comentarios de un grande del periodismo deportivo peruano, Alfonso "Pocho" Rospigliosi.
Su erudición futbolera (tan mítica como ella era su desinformación en otros aspectos de la cultura) marcó época en el periodismo deportivo en Latinoamérica. Su estilo, apapachador, memorioso, ocasionalmente agudo,fue sencillamente único.
Fundador del programa "Ovación" (todo un clásico deportivo en el Perú) fue testigo de los grandes éxitos del deporte peruano en las décadas de los sesentas, setentas y buena parte de los ochentas.En cualquier lugar del mundo donde hubiese un peruano compitiendo, allí estaba Ovación.Las citas del deporte mundial también las cubría Pocho como los mundiales de fútbol, las olimpiadas o los combates pugilísticos de Cassius Clay (Muhamed Alí) del cual era admirador.

Recuerdo sus crónicas en los diarios "La Tercera de La Crónica", "Extra" y "El Comercio", cada semana acudía puntualmente a la cita con mi "kioskero" Goyo, para comprar la revista "Ovación", así me enteraba lo bien que le iba a Sotil en el FC Barcelona o a Cubillas en el Porto de Portugal, los triunfos de Edith Noeding, Marcelo Quiñones o las aventuras de ese "trotamundos" del fútbol peruano llamado Augusto Palacios.
No ha habido periodista que viajara tanto, conocido cientos de ciudades y cubierto tal cantidad de eventos deportivos. Es probable que Pocho Rospigliosi haya batido récords a nivel mundial. Conocía al dedillo estadios, deportistas, entrenadores, dirigentes y, sobre todo a los empresarios que son invisibles para el gran público. Son estos últimos los que negocian partidos, temporadas, traspasos de jugadores, etc. en un ir y venir de dinero en que los futbolistas son los que menos ganan -salvo rarísimas excepciones. El periodista, decíamos, logró participar de aquel espacio reservado para pocos.

Bajo la conducción del infatigable 'Pocho' Rospigliosi, Panamericana TV apostó en 1980 por Gigante deportivo, un programa que marcó época con sus extensas transmisiones los fines de semana. Hasta ahora ningún programa deportivo ha logrado presentar cinco horas continuas de diversas disciplinas deportivas. "En esa época, no había cable ni Internet. El programa arrasó y no tenía competencia", recuerda su hijo Micky Rospigliosi, que le ha seguido los pasos en el periodismo.Por cierto en 1990, mis amigos de Radio Televisión Peruana canal 7, me hicieron una fiesta sorpresa por mi cumpleaños en un restaurante de la costa verde y entre los invitados estaba Micky, alli pude testimoniarle mi admiración por su padre y mi teoría que "el futbol peruano murió el día que falleció Pocho Rospigliosi", por cierto 28 años después mi teoría aún tiene vigencia.
Cuando falleció súbitamente en octubre de 1988 varios periódicos le dedicaron sentidas notas de homenaje y revelaron varios rasgos de su personalidad y capacidad de trabajo. Por ejemplo, que su día se iniciaba a las cinco de la mañana en el Hipódromo porque era aficionado a la hípica y poseía varios caballos. Fiel a su afición futbolística los había llamado "Rey Pelé", "Olimpiadas", "Don Perico", "Chumpi", etc. Alli daba indicaciones a entrenadores y jockeys y marchaba al centro a desayunar, a veces en el Hotel Crillón, o el antiguo "Mario".

Después enrumbaba a la redacción del diario donde se reunía con su equipo de redactores, almorzaba con dirigentes o visitantes, luego recorría tiendas de discos y llegó a poseer una impresionante cantidad de música de todo tipo en un afán coleccionista que también llegaba al deporte porque acumulaba recuerdos de campeonatos y olimpiadas -que siempre mostraba en la televisión. El día terminaba casi a la medianoche, cenando con amigos.
Su hiperactividad asociada a su obesidad le pasaron finalmente la cuenta. Primero con una operación al corazón de varios "bypasses" y luego el derrame cerebral que lo fulminó.
Pocho además fue creador de muchas frases míticas como el famoso "Cual es la pila" a lo que Fernando Farres respondía: "Rayovac es la pila".Era característico dar pase a los comentarios de Carlos Enciso con el "¿Que pasó que pisó?"
Aquellas frases son de la cosecha de Pocho Rospigliosi quien tuvo programas deportivos en radio y T.V de mucho éxito. Es que fue uno de los periodistas representativos en una época donde ganábamos algunos partidos o teníamos, con cierta frecuencia, actuaciones decorosas en el fútbol. "Más lento que Pancho Lamarque" solía decir Pocho cuando observaba un juego o un jugador con poca o nula velocidad. Con esto Rospigliosi hacía referencia a un relator deportivo que fue conocido en los años 50 y 60, de nombre Pancho Lamarque ,que tenía un estilo parsimonioso para narrar los partidos.
Mucho se le criticó por frases como "Que bonito juega Perú que pierde por 3 a 0" porque los puristas decían que con ese comentario incitaba al conformismo,o el famoso "Esto es lo que le gusta a la gente" cuando derrepente después de un partido mientras entrevistaba a Perico León contactó por teléfono con la madre del futbolista arrancándole unas lágrimas al fornido jugador aliancista.
Pero quizás la frase con la que más se le recuerda es la de "Ya vienen los goles de Cubillas" que se convirtió en una muletilla cada vez que desde el switcher tardaban en poner en antena algún vídeo.
Lo cierto es que Pocho fue y es aún un personaje muy querido y recordado por los peruanos.¿Cómo podría pagarle el fútbol peruano a Pocho Rospigliosi por su fabuloso aporte difusor? No hay forma de establecer el precio del ingenio, de la tenacidad, del entusiasmo.¿Qué porción de su popularidad y de su encanto debe el fútbol a Pocho? Imposible medirlo; acaso fue tan importantes como los grandes jugadores. ¿Cuántos miles de partidos que fueron un monumento al tedio los transformó en un show radiofónico capaz de alterar nuestras pulsaciones?
Pocos testimonios sonoros quedan hoy para recordarlo, he podido encontrar dos vídeos donde Pocho comenta los famosos goles de Cachito Ramírez en aquella jornada ilustre en la Bombonera en el año 1969 y que hoy comparto con vosotros.


Como homenaje a su recuerdo os presento a dos grandes humoristas como Guillermo Rossini y el Ronco Gámez parodiando al orondo periodista en su recordado Gigante Deportivo.

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