El grupo llegó a anunciar la cancelación de varias citas que finalmente retomaron ante la presión de sus agentes. "Natalia quiere largarse ya y por eso cortó en seco la promoción de su último disco", revelan desde el entorno de la banda. Esta decisión de la cantante ha enfadado a Sony Music, su discográfica, que invirtió más dinero que nunca en el último lanzamiento de La Quinta Estación. También ha enfadado al resto de los implicados en la gira y en la promoción. "Ha dejado colgado a todo el staff, a los del vestuario, al chófer, al equipo técnico... toda una gira parada y todo esto sin avisar", añaden.
Tras el final de La Quinta Estación se encuentra el deseo de Natalia Jiménez de comenzar una carrera en solitario, para la que aún debe salvar algunos obstáculos, que amenazan con convertir el final del grupo en un nuevo capítulo de su particular culebrón. Su deseo es "dejar atrás todo esto y comenzar en solitario", pero es muy probable que tenga que esperar "al menos un año y medio", hasta cerrar todos las heridas que han quedado abiertas con el trágico final de La Quinta Estación y, de paso, hasta que queden obsoletos las actuales obligaciones contractuales con sus representantes y con Sony Music.
Actualmente Ángel Reyero prefiere mantenerse ajeno a cualquier polémica. El artista está trabajando para otros grupos de Sony Music y no quiere hacer declaraciones sobre el final de La Quinta Estación, que asume con una mezcla de resignación e indiferencia.
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