Dice que es de dominio público que directivos de TVE viajaron por Europa para comprar series que jamás se llegaron a emitir, contrataron conciertos con grupos y cantantes raros de los que nunca se supo nada y esas compras se tradujeron en votos. Con esos votos “comprados” Massiel ganó Eurovisión relegando al segundo puesto a Cliff Richards, que al enterarse de estos rumores ha declarado a la prensa británica que solicitará se le proclame como ganador de Eurovisión 68, pues ha vivido durante 40 años como un segundon, según sus propias palabras.
Obviamente y ante los reiterados ataques desde diferentes frentes, ha saltado Massiel a la palestra para defender su triunfo y se ha presentado el sabado pasado en el plató de La Noria de Telecinco, donde entre otras cosas dijo que ganó porque en aquel entonces "estaba muy mona, canté de maravilla y la canción era cojonuda" y que de tongo, nada de nada monada.
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