miércoles, 7 de mayo de 2008

PIZZI "SOS MACANUDO"

Hoy por la noche se juega el clásico de los clásicos del fútbol español, teóricamente no se juegan nada porque el Real Madrid se proclamó el domingo pasado campeón de la liga de las estrellas y estadísticamente solo se trataría de cumplir el trámite y que los culés aseguremos el segundo puesto.Pero hoy los blaugranas pagaremos nuestros errores de la temporada ante una gran audiencia mundial ya que millones de espectadores en todo el mundo serán testigos como el FC Barcelona le rinda tributo a su eterno rival en su propia casa ya que le tocará hacer el "paseillo" del campeón al Real Madrid.Algo similar no se vive desde el año 1991 cuando ocurrió a la inversa y fueron los merengues quienes hicieron el "paseillo" de campeón a los catalanes en el mismísimo estadio Santiago Bernabeu.
Los que me conocen saben que soy "culé" hasta la médula, tanto así que hasta tengo la casa a pocas calles del Nou Camp (para no perder tiempo en mis desplazamientos al estadio ya que es practicamente imposible aparcar en la zona), por eso como barcelonista me resisto ante tamaña humillación así que me alejo de la tv y escribo esta nota mientras se realiza el mencionado "homenaje" a los blancos.
Para subirme al moral traeré a la memoria uno de los momentos más felices que viví como hincha de FC Barcelona y es aquella remontada ante el Atlético de Madrid en 1997.
He tomado la nota de "El que más sabe de futbol" por que expresa todo lo que los culés vivimos aquella noche de copa.

Más de un culé marcharía a la cama en el descanso de lo que parecía un fatídico partido. Recibía el Barça a un Atlético de Madrid con el que había empatado a dos en el Calderón, un buen resultado. Los colchoneros llegaron tarde, sobre la hora, por un enésimo affair Gil-Real Federación. En todo caso, los rojiblancos llegaron y, madre mía, cómo llegaron. En menos de 45 minutos se plantaron con un 0-3 en pleno Camp Nou y con la eliminatoria sentenciada. Vamos, casi todo el mundo creía que lo estaba, menos Hristo Stoichkov, que según cuenta la leyenda urbana, en el minuto 44 de la primera parte le dijo a Robson: ¡Míster, sácame que esto lo remontamos! Dicho y hecho.Antes de que el árbitro pitara el descanso y cuando el Camp Nou coreaba: “Busquets, Busquets” (para amargarle aún más la noche a Vitor Baía, culpable de la mayoría de los goles, en parte por unas molestias cervicales que había sufrido la semana anterior), Sir Bobby Robson hizo entrar a Cristo y a Pizzi, el “sos macanudo” (como le bautizó Puyal) de aquella noche.Empezó el Barça como un vendaval aquella milagrosa segunda parte. De la Peña y Ronaldo encabezaron la remontada, con dos goles tempranos del brasileño que hicieron creer a la parroquia culé que la gesta sería posible. Pero Pantic (que pasó del heroicismo al ostracismo en menos que canta un gallo) metió su cuarto dardo de la noche gracias a otro regalo de Vitor Baía. Total, la hazaña azulgrana parecía imposible ya en el minuto 51. Pero ese Barça de Robson, por muy criticado que fuera, no entendía de derrotas. El corazón de cada jugador se tiñó de azul y grana, hasta el de Figo, que puso el 3-4 en el marcador con un auténtico golazo. En ese momento, dos tantos separaban al Barça del milagro. El primero de ellos fue obra de "Il Fenómeno", por aquel entonces “El Fenómeno”. Pero el trono del héroe estaba reservado para un Argentino, Juan Antonio “El Lagarto” Pizzi, que en el partido de ida había enchufado los dos goles que dieron el empate al Barça. Entonces, ante la atenta mirada y la inseparable libreta del futuro entrenador barcelonista Louis Van Gaal, cuando ya corría el minuto 82, y todo el Barça estaba volcado en el área colchonera, fue cuando Guardiola colgó un balón de esos que solo él sabía colgar, Abelardo se elevó por encima de todos y lo remató a puerta, pero Molina evitó ese quinto gol que daba el pase a los culés…y allí llegó Pizzi, que al más puro estilo del nueve clásico remató el rechace hacia la gloria. 5 a 4 y el Barça que conseguía algo que ni el más optimista hubiera soñado. Unos meses después de la gesta, los azulgrana acabarían ganando esa Copa del Rey, ni más ni menos que en el Bernabéu.Este es, a mi parecer, el mejor partido y la mejor eliminatoria que he vivido jamás. Una verdadera noche mágica en el Camp Nou que demuestra, por enésima vez, que en este deporte la palabra esperanza termina cuando el árbitro pita el final del partido.
Revive esa "Gran Remontada"
12 de marzo de 1997, era un partido de vuelta de la Copa del Rey y corría el minuto 87 de partido. Con el partido 0-3 el Barça logró ponerse en el marcador con un empate a 4, con 3 goles de Ronaldo y otro de Figo, por aquel entonces culés.Ahí apareció Juan Antonio Pizzi, que había entrado en la segunda parte por el rumano Popescu, para fusilar las redes colchoneras haciendo inútil la excepcional estirada de Molina al testarazo de Abelardo.Desde este partido Pizzi fue conocido en el Camp Nou por 'Macanudo Pizzi' debido a la narración realizada de su gol, por parte del locutor de Catalunya Radio, Joaquim Maria Puyal.A pesar de estar en catalán se puede entender perfectamente lo que dice y nos transmite la pasión y la alegría que le supuso ese gol con el... "Pizzi, Pizzi, Pizzi, ché que bueno que viniste, que bueno que llegaste..." A propósito Juan Antonio Pizzi es miembro honorífico de la Peña Blaugrana de Lima Perú.


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